Diferencia entre Tina y Alfa
La Tina y el Alfa son dos sustancias con cierta novedad dentro del mundo de las drogadicciones. Son tan “nuevas” que los estudios que existen al respecto sobre sus consecuencias al largo plazo son escasos y se comparan con otras drogas ya existentes para intentar darles una categorización para poder estudiarlas y prevenir su consumo y mucha gente no es capaz de discernir la diferencia entre tina y alfa.
De hecho, tienen tal grado de novedad que en muchos países todavía no existe una legislación que prohíba su consumo, del mismo modo que las pruebas específicas para la detección del consumo todavía están en el aire.
Para que conozcas bien estas drogas y siguiendo nuestra labor de concienciación y prevención otorgando información, puedes consultar los posts específicos sobre fumar Alfa o la droga Tina, pero aquí te vamos a explicar de forma detallada la principal diferencia entre Tina y Alfa.
Principal diferencia entre Tina y Alfa
Ante todo, hay que conocer qué es cada sustancia para poder hablar de la diferencia entre Tina y Alfa.
La tina son unos cristales blancos o transparentes que se queman con relativa facilidad y que se sigue manteniendo en la pipa en esa forma o disuelto en manchas.
El Alfa se suele presentar en forma de polvo o pequeñas piedras blancas que hay que machacar para poder fumarlas. Al quemarlas, se convierte en un líquido marrón que se reparte por la pipa para poder fumarla. Esa es la principal diferencia entre Tina y Alfa para saber qué se tiene delante.
Aunque las principales vías de consumo de ambas drogas sean a través de la inhalación de humo, también pueden consumirse a través de la inyección intravenosa o la ingesta oral entre otras, pero los efectos son distintos.
Primero, la Tina se cataloga dentro del grupo de las anfetaminas, es decir, estimulantes del Sistema Nervioso Central, lo que provoca un estado de excitación continuada para eliminar cansancio, fatiga, sueño o hambre para seguir con la fiesta o relación sexual que se esté teniendo durante más horas.
El Alfa, por su parte, es otro estimulante, pero con consecuencias depresoras como tienen el alcohol o la cocaína, ya que el consumo de la misma provoca un estado de éxtasis durante un tiempo, pero el consumo continuado hace que evolucione hacia la pérdida de apetito sexual o falta de energía para continuar con las relaciones sexuales. Por otro lado, la estimulación que provoca no es tan grande como la tina, siendo real que hace desaparecer la fatiga, pero sin estar en un estado consciente de ello, ya que es probable que se sea consciente tiempo después al no poder conciliar el sueño.
Esto significa que, una vez has dejado de consumir, es más probable que la tina sea más fácil de eliminar por el organismo que el Alfa, pero es algo que todavía no se puede certificar puesto que la cantidad de estudios al respecto no tienen ni recorrido ni suficiente comparativa para ello.
Similitudes entre Tina y Alfa
Tal y como hemos dicho antes, la forma más común de consumir estas drogas es mediante la inhalación del humo que se genera al quemarlas, teniendo que mantenerlo dentro del organismo unos segundos antes de expulsarlo para potenciar su efecto.
Sin embargo, a pesar de que son drogas estimulantes, una más que la otra, se corre el riesgo de sufrir consecuencias de su consumo como es la falta de erección. Por ello, en ocasiones se recurren a otras drogas que contrarresten el efecto de estas, siendo todavía más grave la combinación de sustancias. Estas suelen ser el GHB, la cocaína o incluso recurren a viagra que consiguen de forma ilegal para conseguir aumentar la potencia sexual.
Cómo evitar los efectos de la tina y el alfa
Para eliminar estas sustancias del organismo, es importante consumir líquido para poder regular la temperatura corporal y evitar la deshidratación, así como estar en una habitación ventilada para que corra aire y no se produzca una sobrecarga del ambiente.
Lo más recomendable es beber agua para estar bien hidratado y poder eliminar toxinas a través de la orina de forma continuada.
Por otro lado, ser consciente de lo que se está consumiendo y en qué momentos también puede ayudar a que el impacto en el organismo sea menor, pero el descontrol en la ingesta suele ser habitual ya que se intenta mantener el estado que provocan estas drogas.
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